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PISOS DE MADERA: Detección de Problemas y soluciones

Esta es la decimocuarta, de una serie de notas, a través de las cuales nos proponemos aportarle conocimientos básicos y técnicas indispensables, que debidamente observadas, le aportarán el criterio necesario, tanto para poder llevar adelante las tareas para la colocación de un piso de madera, como para poder valorar el nivel de profesionalismo con el que se comporten las empresas a las que eventualmente les solicite presupuesto para cumplir con sus requerimientos. Antes de su lectura debe tener en claro, que este material instructivo, está concebido como respuesta a situaciones genéricas y fue planteado con un perfil absolutamente ilustrativo, por lo que, para ser aplicado, debe adaptarse a cada situación específica.

En esta ocasión trataremos de brindarles algunos consejos para aprender a inspeccionar y detectar fallas en nuestros pisos de madera o para aquellas ocasiones especiales en que queremos comprar una propiedad y necesitamos tener una idea aproximada sobre el estado de sus pisos. Los problemas más habituales son: acucharado, variación de color, fisuras, descascaramiento y crujido.

Acucharado, combeado, abarcamiento, abarquillado, acucharamiento o cupping

Es el típico caso en el que el entablonado del piso de madera se presenta curvado hacia el centro y hacia abajo y con sus bordes laterales sobresalientes y hacia arriba.

Esto se debe a que la madera se comporta de acuerdo a las propiedades explicadas en la NOTA 13, por lo que, la parte de abajo del entablonado se hidrata, por lo tanto se “hincha” expandiendo su tamaño y la parte de arriba mantiene su forma porque no se ha humedecido.

Este síntoma solo tiene una explicación posible: presencia de humedad en el bajo piso, subsuelo, carpeta o cubierta inferior.

Puede que no se la haya detectado, pero es indudable la existencia de humedad y puede deberse a diferentes factores:

  • Anteriores a la colocación: No se midieron adecuadamente los valores de humedad (recordar que NO puede ser mayor al 2%, ver NOTA 1), no se respetaron los plazos de secado para que lleguen a ese valor o no se detectaron probables pequeñas filtraciones de humedad que puede tener diversos orígenes.

  • Posteriores a la colocación: Ingreso de agua por aberturas que comunican con el exterior abiertas durante alguna lluvia, o mal selladas, filtración de agua por avería en alguna cañería, rebalse abundante de algún recipiente contenedor de agua (mochilas de baño, bateas, bañeras, palanganas, bachas, fuentes, tanques de agua).

Variación de color

Son varias las formas en que puede cambiar el color o la tonalidad inicial de los pisos de madera.

Por ejemplo, si se observan pequeñas manchas oscuras en las cercanías de las juntas, sin duda que se debe a la oxidación de los clavos que se han utilizado para anclarlos al bajopiso.

Estos clavos, a simple vista, suelen ser invisibles, porque se colocan entre el machimbrado para ocultarlos de la vista.

Pero si la madera se expone a una humedad excesiva, se produce su oxidación, generando esas típicas manchas negras y aproximadamente circulares.

También puede suceder que el entablonado empieza a perder la vivacidad de su color original y a tomar en forma despareja, una tonalidad grisácea/verdosa.

En circunstancias muy especiales, este efecto se ve acompañado por un olor muy particular, como a habitación “cerrada” o de “tierra húmeda”.

Sin duda y una vez más, el causante de estos problemas es la humedad.

Lo más aconsejable es la utilización de pisos de madera natural del tipo multiestrato, de ingeniería o multilaminados, porque pueden ser colocados de manera “flotante” por lo que pueden acompañar las variaciones de temperatura y humedad “moviéndose” gracias a que se comporta como una tabla gigante que “flota” y aprovecha los espacios de las juntas de dilatación para compensar su cambio constante de volúmen.

Otro factor que expone las grietas con más asiduidad, es la utilización de acabados de color blanco o tonos pastel, tipo “patinados”, tan de moda últimamente.

Fisuras o Grietas

Si observáramos cualquier piso de madera con una lupa, veríamos que su superficie es un mapa de microfisuras, que acompañan el formato de sus vetas.Y la cantidad y longitud de esas hendiduras casi microscópicas dependen de la especie de madera utilizada para su construcción.

Habitualmente o por su minúsculo tamaño o por la elasticidad del producto que se haya elegido para su protección permanecen prácticamente invisibles.

Pero cuando la madera se “seca” excesivamente, es decir cede su humedad interna, se rompe el equilibrio higroscópico (ver Nota 13) y se manifiesta contrayéndose y por lo tanto pronunciando su veteado, es decir sus microfisuras transformándose en grietas.

Este problema era muy poco frecuente hasta hace algunos años atrás.

Pero el cambio climático por un lado y la adopción cada vez mayor de nuevas tecnologías o tendencias estéticas en las instalaciones hogareñas lo han transformado en un problema algo más frecuente.

En efecto, es cada vez mayor la amplitud térmica, entre el día y la noche.Y lo mismo sucede con la humedad.

Eso origina que cuando hace mucho calor o está muy húmedo, el piso de madera se “hincha” y cuando refresca o el medio ambiente disminuye su humedad relativa, el piso de contrae.

Estos movimientos internos de la madera, mientras más bruscos, continuados y marcados, más rápidamente generarán la fatiga del material y la aparición de las grietas.

Por otra parte, la utilización de calefacciones por suelo radiante, genera que el piso eleve su temperatura y se seque más de lo aconsejado.

Por lo que NO es recomendable, la utilización de pisos de madera macizos “unfinished” o “prefinished” en viviendas con estos sistemas de calefacción. Lo más aconsejable es la utilización de pisos de madera natural del tipo multiestrato, de ingeniería o multilaminados, porque pueden ser colocados de manera “flotante” por lo que pueden acompañar las variaciones de temperatura y humedad “moviéndose” gracias a que se comporta como una tabla gigante que “flota” y aprovecha los espacios de las juntas de dilatación para compensar su cambio constante de volúmen.

Otro factor que expone las grietas con más asiduidad, es la utilización de acabados de color blanco o tonos pastel, tipo “patinados”, tan de moda últimamente.

Crujidos

Es muy poco habitual encontrar este problema cuando los pisos de madera han sido colocados de manera “fija”, es decir anclados con adhesivos y reforzados con clavos colocados con clavadora neumática, que es lo más adecuado tal como lo hemos visto en las notas anteriores.

En casos excepcionales, puede deberse al desanclaje del bajopiso o subsuelo de fijación de la carpeta o cubierta inferior.

Los crujidos pueden aparecer, cuando los pisos solo han sido clavados, o han sido montados sobre tirantería.

En este caso, dependiendo de la antigüedad de la estructura, hay que pensar en averías de los tirantes o que se han movido de su anclaje inicial.

Si desea más información o asesoramiento personalizado, no dude en visitarnos haciendo click AQUI o llamarnos ya al 15-5133-9668

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